Bolivar Vallarino: Una fiesta de arte en “Un día cualquiera”

 

La exposición artística del ecuatoriano Bolívar Vallarino, “Un día cualquiera”, marcó, definitivamente, un antes y después en el historial del Museo Luis A. Noboa Naranjo. La noche de ayer se vistió de arte con pinturas, fotografías, esculturas, música en vivo y danza.

El director del museo, Pablo Martínez, agradeció la gestión del empresario Álvaro Noboa, fundador del mismo, por permitir ese tipo de eventos en este recinto artístico. Martínez leyó una breve reseña del creador plástico y lo presentó a familiares, amigos y colegas artistas presentes.

“Bolivar Vallarino nos deja llenos de satisfacción porque sin necesidad de explicarnos, vemos todo lo que proyecta su arte positivo, sencillo, y de una fuerza abrumadora cuando profundizamos en él.”

Los invitados fueron testigos de más de cuarenta piezas, entre pinturas en óleos y lienzos que plasmaban formas a través de materiales reciclados, esculturas en hierro, grabados y fotografías que reflejan el diario vivir.

A esto, se le sumó la música clásica y contemporánea. Dos jóvenes violinistas amenizaron la apertura del evento. Dos cantantes líricas, junto a una pianista concertista; invitados internacionales como los hermanos Durán, de Colombia, que pusieron el toque tropical a la velada, de la mano de una joven bailarina que supo cortejar las piezas musicales interpretadas esa noche.

Lo que transmite Bolívar a través de sus obras es pasión; un contenido profundo artístico. “Un día cualquiera”, congrega una gran cantidad de significados a través de las diferentes manifestaciones, que no deben ser encasilladas. La obra de Bolívar revive la experiencia que el artista sufrió al momento de elaborar sus obras, de manera desprovista de ideas preconcebidas del arte en general.